Cinta de Moebio: Revista de Epistemología de Ciencias Sociales

Scribano, A. 2000. La investigación social en América Latina. Cinta moebio 9: 255-258

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La investigación social en América Latina

The social research in Latin America

Adrián Scribano. Doctor en Filosofía (Universidad de Buenos Aires). Licenciado en Sociología Política (ILADES) y Licenciado en Ciencia Política (U. Católica de Córdoba). Becario en Università degli Studi di Milano. Profesor de la Universidad Nacional de Villa María (Córdoba, Argentina).

Abstract

The present work tries to synthesize the epistemological aspects of the discussions that were made at the Commission of Social Research (ALAS 1999) from the perspective of a participant observer. To achieve this objective, I proceed in the following way: a) I describe the thematic approach in the papers, b) I synthesize the central arguments so that they can be considered as meta-theoretical articulations of the mentioned discussions and, c) I create an agenda for the potential connections between epistemology and the social research, that emerge of the context of the mentioned meta-theoretical articulations.

Key words: social research, methodology, epistemology

Introducción

En 1999, del 12 al 16 de Octubre, la Asociación Latinoamericana de Sociología realizó su XXII Congreso. En ese marco se reunió la Comisión Nº 22 dedicada a la "Metodología de la Investigación Social". Quiero expresar mi reconocimiento por la labor realizada a los Coordinadores de la Comisión, Sres. Omar Barriga y Guillermo Henríquez. Se leyeron 20 ponencias cuyos autores procedían de siete países latinoamericanos. Las jornadas de trabajo abarcaron diversas temáticas, que fueron desde problemas epistemológicos, pasando por análisis de prácticas de investigación concretas, hasta discusiones sobre el proceso de enseñanza de la disciplina.

El presente trabajo tiene por objetivo sintetizar los aspectos epistemológicos de las discusiones que se efectuaron en la comisión desde la perspectiva de un observador participante. Para lograr dicho objetivo se ha procedido de la siguiente manera: (a) Se presenta de manera descriptiva las temáticas que abordaron las ponencias, (b) se sintetizan los ejes centrales que se pueden considerar como articulaciones meta–teóricas de las discusiones aludidas y (c) se elabora una agenda de las potenciales conexiones entre epistemología y metodología que emergen del contexto de las citadas articulaciones meta–teóricas.

Pluralidad Temática y Teórica

Con buen criterio los organizadores de la comisión estructuraron las sesiones de acuerdo a algunos ejes temáticos que emergían del contenido de las comunicaciones presentadas. Dichas sesiones se pensaron, entonces, alrededor de la posibilidad de superar el debate cualitativo/cuantitativo, del quehacer sociológico en la práctica de investigación, del tiempo y el espacio en la investigación social, de los enfoques metodológicos en el estudio de la pobreza y de las perspectivas metodológicas en el estudio de la salud. Además, se organizaron dos sesiones sobre la aplicación de las estrategias cualitativas y cuantitativas. En este contexto organizativo se leyeron trabajos que abordaron las más diversas temáticas.

Un grupo de trabajos abordaron la polémica explicación y compresión, la relación entre investigación cualitativa y textualidad, el lugar del actor social que hace investigación, la reflexión sobre el proceso de investigación desde la práctica, la investigación cuantitativa en Perú, las culturas metodológicas en la investigación cualitativa y cuestiones teórico-metodológicas de los estudios comparados

Otro grupo de comunicaciones ser refirieron al tiempo como dimensión fundante, al uso de Internet en la investigación social, a la metodología para el estudio de las representaciones sociales, a las concepciones, intervenciones y metodologías para estudiar la pobreza en Brasil, a una alternativa metodológica para estudiar la pobreza en los jóvenes en Venezuela, a las innovaciones metodológicas para estudiar el crecimiento de los niños en Perú y Bolivia, a la importancia del análisis textual en la investigación sobre droga–dependencia en Argentina, a algunos ejemplos metodológicos sobre la participación de la mujer en la salud en México, a análisis multivariados sobre calidad de vida en cuatro provincias argentinas, al análisis de escalas de deseabilidad en investigaciones latinoamericanas, a la memoria como categoría de análisis de procesos políticos, al uso de la biografía en la captación de trayectorias laborales, y al problema de acceso al campo en estudios sobre instituciones universitarias.

De esta larga enumeración se desprende que las comunicaciones estuvieron hegemonizadas por la pluralidad, por esa aparente desconexión de lo múltiple. La experiencia de discusión enriqueció y articuló la pluralidad apareciendo por esta vía una serie de tópicos comunes que se fueron anudando en la práctica de la argumentación y contra–argumentación. Desde la perspectiva de observador participante, es posible que esta particularidad haya sido el hilo conductor de todas las discusiones. Es decir, en términos prácticos la disputa argumentativa fue el rasgo epistémico sobresaliente del trabajo de la comisión, que sin presiones por consensos apresurados y sin la indiferencia del relativismo del punto de vista transitó el camino de una comunicación orientada al entendimiento. En este contexto resulta interesante que se reconstruyan los ejes de las discusiones aludidas.

Algunos Ejes Centrales de Discusión

Del contenido de los trabajos leídos y de las discusiones generadas por los mismos emergen algunos ejes conceptuales que se pueden resumir de la siguiente manera.

En primer lugar se discutió y aceptó que entre los enfoques cualitativos y cuantitativos existen una serie de continuidades y discontinuidades, pero que las mismas no deben implicar un tratamiento aporético entre dichas estrategias. Es decir, si bien es reconocido el valor diferencial de una u otra estrategia, se enfatiza el carácter instrumental de ambas, como así también las posibilidades de su utilización conjunta. De la mano de lo anterior se visualizó claramente que muchas de las polémicas en torno al tema se disolverían si se aceptase que existe "mala" y "buena" investigación realizada tanto con estrategias cuali como cuanti.

En segundo lugar, se reiteró en diversas oportunidades la necesidad de tener presente al investigador como actor social. En este sentido, se discutió la necesidad de retomar al investigador qua sujeto social, lo que involucra establecer estrategias de socio-análisis sobre las practicas, criterios de clasificación y naturalización del mundo en los conceptos utilizados.

En tercer lugar, se pudo observar que los investigadores revalorizan la temática de una adecuada conexión entre teoría e investigación. De este modo es evidente cómo, más allá de los intereses prácticos de todo investigador empírico, se ha vuelto central "revisitar" la discusión en torno al lugar e importancia de la teoría en la investigación social.

En cuarto lugar, se ha manifestado la consolidación del proceso de constitución de una sociología pluriparadigmática y transdisciplinar. Así se puede advertir cómo la ejecución de investigaciones sobre los más diversos temas confluye en un tratamiento equilibrado y una adecuada articulación entre tradiciones teóricas otrora muy alejadas entre sí. En estado de alerta frente a posibles eclecticismos los investigadores "juegan" con el potencial heurístico de la etnometodología, la teoría crítica o el marxismo, en tanto teorías de cierta generalidad, articuladas con teorías regionales como la sociología del trabajo, de la salud o de la pobreza. Por otro lado, existe en la práctica de investigación un marcado trabajo transdisciplinario que ha sido fruto no tanto de una decisión metodológica a priori como de la necesidad de abordar problemas complejos. De este modo, sociólogos, antropólogos, trabajadores sociales y estadígrafos, entre otros, se reúnen con la finalidad de dar cuenta de la realidad social más allá de sus formaciones y doxas específicas.

Finalmente, en las discusiones aparecieron con fuerza inusitada las aristas teóricas y prácticas de la enseñanza de la metodología de la investigación. Trascendiendo los temas de carácter didáctico, la discusión giró alrededor del lugar teórico de las recomendaciones metodológicas en cuanto conformadoras del "habitus" del investigador, como así también emergió el peso específico de la práctica pedagógica de la investigación como estructuradora de las doxas metodológicas.

En este marco, en una visión retrospectiva se pueden identificar algunos nodos por los cuales metodología y epistemología parecerían estarse articulando en la investigación social latinoamericana.

Articulación entre Metodología y Epistemología

Se puede visualizar cómo los participantes en las discusiones acordaron, al menos en principio, en la necesidad de captar las "posiciones de conocimiento" desde la misma teoría social. Por esta vía, sujeto y objeto de investigación se redefinen desde la teoría social. Es decir, se hace necesario receptar en la práctica de investigación lo que sabemos sobre los agentes como piso "ontológico" de los supuestos cognitivos. En este sentido se podría afirmar que las preguntas sobre cómo y qué conocemos se re-constituyen como una salida a lo que Bhaskar llamara "falacia epistemológica". Pero además y específicamente, se puede visualizar que las relaciones entre sujeto que quiere conocer qua científico y sujeto que conoce la realidad social qua agente se reformulan a la luz de los supuestos ontológicos de la teoría social contemporánea. Es posible advertir, en esta dirección, que existe una generalización de la aceptación práctica del supuesto de la doble hermenéutica.

Por otro lado, un tema recurrente que apareció a la luz de las discusiones a las que se ha hecho alusión es el de la compleja relación entre construcción del conocimiento y lo conocido, con el "status" de la realidad a lo que ello hace referencia. Básicamente se puede observar la preocupación por reconducir la "natural" constructibilidad de los datos y de nuestras bases empíricas hacia una explicitación del componente real en las observaciones. Si bien no se reeditó la disputa sobre la relación entre términos observacionales y términos teóricos, se subrayo la importancia sobre la necesidad de advertir la "existencia de la realidad" detrás de los datos. Cuestión ésta que adquiere mayor importancia si se advierte que el contexto disciplinar de la discusión era el de científicos empíricos que manufacturan sus investigaciones entre la teoría y la epistemología.

Así también existió una preocupación acentuada por destacar que "el investigar" es una actividad social, que en tanto práctica, conduce a valorar la investigación social como relación social y la influencia de éste rasgo en la formulación de las interpretaciones que se realizan. La investigación es así tomada como práctica, como un hacer estructurador de consecuencias teóricas y epistemológicas. La construcción de conocimiento adquiere por este camino las particularidades de una práctica que produce y reproduce los órdenes institucionales de donde proviene y hacia los cuales quiere orientarse. Para decirlo directamente, esta práctica influye y no de una manera débil en las interpretaciones del mundo social que se efectúan. En conexión a esta temática, paralelamente, se enfatiza que la tarea de analizar datos -tanto cuali como cuanti- es en última instancia una tarea de interpretación sujeta a validación técnica e intersubjetiva. Se puede observar que construir, recoger y analizar datos forman parte de la investigación social en tanto un hacer que conforma la interpretación.

Lejos de pretender representatividad exhaustiva para lo aquí expuesto, se cree que lo narrado tiene al menos la cualidad de dar una idea bastante aproximada de lo que nos está sucediendo en la investigación social en nuestro continente. Finalmente, este no sería un análisis más o menos adecuado si no se expresara que en los trabajos y en las discusiones se pudo advertir la intención de los participantes de construir un conocimiento sobre lo social que retome las posibilidades de crear una vida más humana, más justa en el continente.

Mucho es lo que hay por recorrer y analizar más detenidamente, pero la experiencia de la Comisión de Metodología de la Investigación Social del Congreso de ALAS 99 es, al menos, una señal auspiciosa para el desarrollo de la disciplina.

Nota: Este trabajo se presentó en las Segundas Jornadas de Epistemología de las Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes en 1999.

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Cinta de Moebio
Revista de Epistemología de Ciencias Sociales
ISSN 0717-554X